lunes, 28 de septiembre de 2009

Retener el humo en los pulmones.



Una estrategia simple y confiable para reducir el daño pulmonar asociado al consumo de marihuana fumada, consiste en acortar el tiempo durante el que se retiene el aire en los pulmones. El hábito extendido de retener el humo en los pulmones durante mucho tiempo aumenta probablemente los depósitos de alquitrán, lo que agrava sin duda los problemas respiratorios. Aunque a muchos consumidores experimentados les entusiasma este hábito, de acuerdo con dos estudios, retener el humo de cada calada durante más tiempo, no influiría en el estado de ánimo (Zacny y Chait, 1989, 1991).

Retener el aire sin inhalar humo puede sin duda provocar una sensación de mareo y aturdimiento que es fácil de confundir con los efectos de la marihuana. Un estudio reveló que retener el aire durante un tiempo prolongado alteraba las capacidades cognitivas, incluso cuando se fumaba placebo (Block, Farinpour y Braverman, 1992).

Así pues, los fumadores que retienen sistemáticamente el aire, podrían descubrir que, expulsando el humo de cannabis antes, experimentan los mismos cambios en el estado de ánimo, pero con un riesgo notablemente inferior de sufrir problemas respiratorios.

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